miércoles, 7 de enero de 2009



LA PIEDAD

Me basé en el tradicional tema de la pintura religiosa para
hacer este cuadro, la madre que recibe a su hijo muerto en
sus brazos, me parece que nada se compara al dolor de perder
un hijo , pero además que sea en forma violenta a mi
parecer , creo es doblemente doloroso. Cuantos jóvenes
pierden la vida en las calles de nuestro país, sin tener mayor
razón que la de un hecho de violencia descontrolada, nada
puede justificar una muerte tan brutal; ningún ser humano
tiene derecho a quitarle la vida a otro
. Le hice las heridas de
Cristo en sus manos y en su frente, muchos de estos jóvenes
tienen todo un futuro, una carrera, las ilusiones de toda una
familia. La rueda que se ve en penumbra como deshaciéndose
son los sueños del joven que se diluyen. El está como dormido.
La escena se completa con figuras que se ven en la penumbra,
es frecuente ver estas escenas en la periferia santiaguina, créanme
que no son hechos aislados. Quiero señalar además que este cuado
lo realicé con mucho respeto, con amor y dedicación como
pintora y comunicadora.
El marco está intervenido con ramas con espinas, un paño blanco
que representa el sudario y le pusimos monedas, esas por las cuales
fue entregado Cristo, las mismas que en nuestros tiempos no
permiten hacer verdaderamente justicia.

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